Hoya De Rincón De
Parangueo; una de las Siete Luminarias.
El estado de Guanajuato tiene mucho que ofrecerles a sus visitantes y una de esas maravillas que me tocó ir a visitar fue una de Las Siete Luminarias. Estas están localizadas en la región del municipio del Valle de Santiago y se les dice así porque al parecer son 7 volcanes que hicieron erupción hace muchos años.
Se dice que la región contiene por lo menos 20 volcanes que están extintos y sus rastros quedaron como atracciones los cuales dejándonos mucha historia.
Los volcanes mas reconocidos son los siguientes y creo que estos son a los que se refieren a Las Siete Luminarias.
Hoya Cráter
La Alberca
Hoya De Rincón De Parangueo
Hoya Blanca
Hoya De Cintora
Hoya De Solís
Hoya De Álvarez
Hoya de San Nicolás de Parangueo
Tuve la oportunidad de visitar la Hoya del Rincón de Parangueo y el sitio se me hiso muy impresionante. Para poder entrar al cráter hay que caminar por un túnel de seis a siete minutos; el trayecto es de unos 500 metros (1640 pies) de largo. Hay que llevar lámparas de mano para poder ver el camino y estas son prestadas por personas que atienden el túnel. El túnel es suficiente ancho para hacer sentir a aquellos que son claustrofóbicos.
Al salir del túnel, uno se encuentra con una vista magnificente. El rededor del cráter está cubierto por una jungla verdusca la planicie en el centro es de tierra blanca la cual esta cubierta parcialmente de agua la cual, dicen, que se pone roja cuando se acerca un desastre.
Para llegar hasta el área de recreo hay que caminar una corta distancia por un sendero hecho de piedra y cemento. Al llegar, uno es bienvenido por la sombra de los arboles, el grito de los niños mientras regocijan el ambiente, y la comida y refrescos disponibles por unos cuantos vendedores ambulantes.
Decidimos caminar un trayecto por la parte plana alrededor del cráter para poder observar el lindo panorama. Innumerables bocas de cuevas se veían en los parerones del las montañas; unas a plena vista y otras semi cubiertas por la maleza. Cantos de pájaros silvestres se escuchaban por doquiera haciendo el ambiente más acogedor y relajante.
Después de caminar una media hora decidimos bajar a la parte central del cráter. Para llegar había que bajar unos cuantos metros por la inclinada pared y había que buscar un lugar apropiado para poder bajar fácilmente. Mientras bajaba, mi pie izquierdo se hundió hasta la rodilla en la floja tierra blanca pero ese fue el único incidente que tuvimos durante nuestra visita.
Al otro lado del cráter allá en la distancia se veía una milpa al pie de la montaña.
Que hermoso lugar! Cuando visiten Guanajuato, tienen que ir a visitar este cráter pero lleven unas cuantas cobijas, comida, bebidas, un disco volador (frisbee), o una pelota de futbol o de volibol para poder pasar un rato sabroso. No olviden de ponerse zapatos y ropa confortable.
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